La errada hipótesis de la evolución humana debido al consumo de carnes
Cristian Megyes
La hipótesis de que la evolución del cerebro humano (y por lo tanto, el humano
como un todo, incluyendo su desarrollo corporal y mental) fue promovida por el consumo de
carnes no tiene fundamento alguno. Esta es sólo una hipótesis (ni llega al
rango de teoría) por falta de fundamentos verdaderos. Yo la llamaría una
opinión más, aunque vacía de datos, y con claro desconocimiento bioquímico
evolutivo de quienes la han propuesto.
Varios puntos anulan tal hipótesis:
Primero: Nadie sabe cuando el primer humano adoptó una dieta omnívora. El
humano proviene de un ancestro en común con los monos y las pruebas
arqueológicas dan indicios de que el primitivo humano era herbívoro o incluso
frugívoro (sólo se habría alimentado de frutos). Y nadie puede
asegurar con exactitud el punto de corte, en el proceso de evolución, a
partir de cuándo somos humanos y cuándo dejamos de ser pre-humanos, más cuando el
primitivo humano ya estaba en pleno proceso evolutivo diferenciador de sus
ancestros monos, siendo todavía principalmente herbívoro, lo que en principio,
hace derrumbar la hipótesis en cuestión.
Segundo: El proceso de evolución, incluyendo el del cerebro
humano, sigue siendo un misterio. Todavía no se puede entender
con claridad el proceso de evolución, ya que hay muchas más dudas que
certezas. Es más que obvio que la alimentación no puede ser el único factor de
evolución porque existen otros factores, como son los aspectos psíquicos,
y aún otros, todavía inentendibles para cualquier humano (los de
naturaleza psico-espiritual). Entonces, si es casi imposible explicar el
proceso de evolución de una especie, ¿cómo es posible que se pueda plantear que
el humano evolucionó aceleradamente por el consumo de carnes, más cuando no hay
comprobación alguna de ello?
Tercero: Monos, como el Chimpancé, herbívoro por naturaleza, que
excepcionalmente come carnes de otros animales por cuestiones de matar
competidores, por un lado, y por otro, influenciado por la cultura alimenticia
del humano (comportamiento etológico casi humano, casi análogo al de los
antropófagos, porque los Chimpancé imitan algunas de las acciones humanas). Lo mismo
con el Orangután y el el Gorila, herbívoros por naturaleza, tienen un estado
evolutivo comparable, y muchísimo más inteligente que otros mamíferos muy
desarrollados, como son el león, el lobo o el tigre, por citar algunos ejemplos
de animales absolutamente carnívoros. Si fuese cierta semejante apreciación
hipotética, ¿cómo es posible el salto evolutivo de animales que comen carnes (anteriores
al simio, carnívoros), al simio, que en la mayoría de sus integrantes, son
esencialmente herbívoros? De acuerdo a ese planteo hipotético, los animales
carnívoros deberían tener más posibilidad de evolucionar más rápido que
los herbívoros...un absurdo...no existe un dato que avale semejante planteo:
los animales carnívoros son tan primitivos como los herbívoros, o mejor dicho,
los animales más inteligentes después del humano, son en su mayoría herbívoros,
no carnívoros.
Datos bioquímicos - clínicos: el consumo de carnes está asociado a las
enfermedades que más causan morbilidad en la humanidad.
Derrumba la hipótesis de que el consumo de carnes fue factor clave en la
evolución humana los siguientes puntos:
1) Las enfermedades neuro-degenerativas y el consumo de carnes: con relación al
consumo de carnes, por su contenido en lípidos saturados, en
colesterol, contenido elevado de sustancias pro inductoras de
radicales libres, como el hierro, se ha demostrado que está asociado a
mayor desarrollo de estas enfermedades: las demencias seniles,
neurodegenerativas, como lo es la enfermedad Alzheimer, son más probable de
desarrollarlas quienes consumen carnes comparado con quienes no las consumen.
Entonces, ¿cómo se podría explicar que fue el consumo de
carnes uno de los principales factores del desarrollo evolutivo del humano (más
específicamente, del altamente diferenciado, respecto a las otras especies,
cerebro humano), cuando cada vez hay más evidencia científica de que la
alimentación a base de carnes está ligada a la degeneración neuronal, entre
otras graves enfermedades? Una clara contradicción; inclusive con
el planteo de que los primeros humanos tenían como principal dieta a las
carnes.
Respecto a esto, conviene analizar lo siguiente:
a) El hierro hemínico (hierro formando parte del grupo hemo,
parte esencial de la hemoglobina y de la mioglobina), de alta biodisponiblidad comparado
con el hierro de origen vegetal (biodisponibilidad, es un concepto que puede
definirse como la cantidad y velocidad de acceso al organismo de
parte de una sustancia determinada, en este caso, el hierro), está íntimamente
comprometido en el máximo desarrollo de enfermedades neuro-degenerativas – y otras
enfermedades, como ciertos cánceres, diabetes, cardiovasculares -, ya que es el
agente inductor, generador de sustancias oxidantes y radicales libres, por
excelencia. Es tan tóxico que el humano tiene un complejo sistema de proteínas
(transferrinas, ferritina, y otras), además de citocromos y otros compuestos
químicos que captan el hierro para evitar su libertad, que el hierro esté libre
en el organismo; en pequeñas cantidades en estado libre es definitivamente
dañino, aceptándose que es muy elevado el riesgo de mortalidad que puede
inducir en dicho estado libre. En la enfermedad de Alzheimer se observan
grandes acumulaciones de hierro, existiendo pruebas de que puede ser clave en
el desarrollo de dicha enfermedad (y otras también neuro-degenerativas).
Además, el hierro en forma de hemo (hemoglobina y mioglobina), está demostrado
ser un agente independiente en el inicio y progresión del cáncer de colon y de
otros cánceres.
Por lo tanto, no se puede comprender que sea el consumo de carnes, con
presencia de hierro hemínico (hemoglobina y mioglobina, entre otros compuestos
químicos), causal de evolución, cuando el humano, todavía no se ha adaptado al
consumo de dicho hierro hemínico (el hecho de que, como indiqué, que sea causal
de enfermedades, claramente demuestra que el humano, habiendo consumido carnes
durante miles de años, no haya logrado adaptarse)
Por otro lado, surge una obvia pregunta para pensar, ¿no sería lo lógico, desde
un punto de vista adaptativo, que el hierro que deba consumir un humano, sea de
absorción lenta y difícil (vegetal) y no el de alta biodisponibilidad (carnes),
para evitar su extrema toxicidad? Para mí, la respuesta es obvia.
b) El gran consumo de proteínas (los músculos animales,
llamados carnes, tienen elevadas concentraciones de proteína formadas por
amino-ácidos, es decir compuestos químicos con grupo amino), por acción de
desaminasas bacterianas y humanas del tracto digestivo, genera altas
concentraciones intestinales y por consecuencia, portales (sistema venoso
que lleva la sangre del intestino al hígado, como primer paso para luego
llegar al sistema circulatorio) de amonio (NH4+), compuesto natural altamente
neurotóxico (se ve claramente lo dañino de la hiperamonemia en la Encefalopatía
Hepática, por cirrosis, por presencia de cortocircuitos portositémicos
congénitos, y otras causas) que el hígado debe continuamente captarlo, a través
de transaminasas, y otras enzimas. Además, en casi todas las células del cuerpo
existen sistemas enzimáticos para captar el amonio, pero con diferentes
capacidades se acción. Debemos entender que esta situación, de altas concentraciones
de amonio, podría darse, al menos parcialmente, ya que la mayor parte de
las enzimas del cuerpo humano son saturables, es decir, no pueden actuar sobre
todo el sustrato que se les presenta (en este caso, el amonio proveniente
de altas concentraciones de proteínas consumidas). Por lo tanto,
si alguien consume grandes cantidades de proteínas, es entendible que las
enzimas que captan el NH4+ se saturen, y no actúen como
"filtro total" de todo el amonio que se absorbe, y por lo tanto,
cuanta más proteína se consuma, más cantidad de NH4+ quedará libre en el
torrente sanguíneo, y más daño, progresivo, se provocará en el sistema
nervioso.
Entonces, las dietas basadas en vegetales podrían reducir los niveles de
sobrecarga de NH4+ al cuerpo, por, entre varios mecanismos, tener alto
contenido de fibras, estimulando el desarrollo bacteriano que capta nitrógeno
alimenticio liberado dentro del tracto digestivo, y además las dietas
vegetarianas aumentan el tránsito intestinal del alimento, por lo que por razones
obvias, hay menos posibilidades de absorción de amonio intestinal.
Se han publicado investigaciones que demuestran que las dietas vegetarianas
mejoran el balance nitrogenado y el estado mental de pacientes con
encefalopatía cirrótica, además de bajar los niveles de amonio en sangre.
Sumado a eso, debido a que los vegetales se caracterizan por bajos niveles de
metionina, de aminoácidos aromáticos y de aminoácidos generadores de amonio,
además de su mayor contenido en aminoácidos ramificados, esto permite mejor
tolerancia del paciente enfermo, a la proteína vegetal que la animal (J. Jurado
García, G. Costán Rodero y A. Calañas-Continente, Importancia
de la nutrición en enfermos con encefalopatía hepática - Nutr. Hosp. vol.27 no.2 Madrid Mar.-Apr. 2012).
Conjuntamente con lo indicado, se ha observado en una
investigación publicada en The Cell Metabolism, año
2014,(http://www.cell.com/cell-metabolism/abstract/S1550-4131(14)00062-X) que
el consumo de proteínas animales aumenta en 4 veces el riesgo de
cáncer y la mortalidad en general, por lo que es evidente que termina
siendo un factor contrario al desarrollo de la especie humana, al debilitar
sensiblemente la salud y aumentar la tendencia de mortalidad, y por otro lado,
en la misma investigación se concluyó que el consumo de proteínas de origen
vegetal, o no es inductora de enfermedades como el cáncer o incluso es
protector de dichas enfermedades. Entonces, ¿cómo podría entenderse que, si el
consumo de proteínas de origen animal sea inductor de enfermedades y al
contrario respecto a las proteínas de origen vegetal, sean justamente las
proteínas de origen animal las que permitieron el desarrollo evolutivo del
humano? Un sin sentido considerar como factor evolutivo del humano, el consumo
de carnes.
c) El colesterol es un compuesto químico de origen 100 % animal, que se
encuentra presente en todas las células (no exclusivo de los tejidos con alta
cantidad de adipocitos, que forman "la grasa de la carne", sino de
todas las células), por ser constituyente de membranas, externas y de los
sistemas endomembranas (Golgi, Retículo Endoplasmático Liso, REG, Membrana
Nuclear, Mitocondrias, etc).
Se sabe, estadísticamente comprobado, que el consumo de carnes aumentan
invariablemente el colesterol sanguíneo (total, y de la fracción LDL, fracción
lipídica considerada aterogénica), el cual, junto al hierro, y otros factores,
son claves en la formación de placas ateromatosas, las cuales son
esenciales en la isquemia (baja irrigación) de tejidos (incluido el
Sistema Nervioso central). La insuficiencia circulatoria en el cerebro es
definitivamente dañina, y sería un factor que actuaría en contra de la
evolución humana.
2) Kuru o enfermedad de Creustfeld Jacobs, o Encefalopatía
espongiforme humana (equivalente humana de la enfermedad de "la vaca
loca"), debido al consumo de carnes, incluyendo la de los humanos, es
común en África, y también es debido al consumo de animales que desarrollan
dicho síndrome.
Hoy se sabe que la enfermedad de Alzheimer es más común entre gente omnívora
que gente vegetariana, y muchos casos de Alzheimer serían mal interpretados
como tal, ya que en realidad serían Creustfeld Jacobs.
3) Ciertas investigaciones han demostrado que el consumo de altas cantidades de
proteínas (carnes) está asociado a más depresión y otros cuadros psíquicos,
como ansiedad, a mayor agresividad; es decir, enfermedades de tipo psicológico
- psiquiátrico.
4) Análisis histórico de las sociedades, respecto del tipo de alimentación: las
sociedades que más evolucionaron son las que hicieron de la agricultura su base
de alimentación: Romanos, Incas, Aztecas, pueblos europeos, pueblos antiguos de
la India, China, Egipto. Pueblos casi exclusivamente carnívoros, como fueron
los nativos americanos precolombinos Patagones y Pampas, muchos pueblos
africanos, Esquimales, etc., no fueron pueblos de alto desarrollo social ni
cultural. Por ejemplo, los esquimales, después de cientos de años, no avanzaron
casi nada, todavía viviendo en un sistema muy primitivo.
Analizándolo desde el punto de vista adaptativo, si el humano hubiese
desarrollado una adaptación fisiológica y anatómica al consumo de carnes, con
el transcurso del tiempo durante el cual se ha consumido carnes (durante
cientos de miles de años), debería tener capacidad para comer carnes crudas
(algo que estamos imposibilitados) y tener cuerpo preparado para matar, cortar
y deglutir todo tipo de tejido animal (que tampoco estamos preparados para
ello). Esto también demuestra que, no obstante el consumo de cadáveres animales,
el humano sigue sin estar adaptado, al no está preparado ni anatómica ni
fisiológicamente, para el consumo de carnes. Es demostración también que queda anulada
la hipótesis criticada, porque implica que si no nuestros cuerpos no están
adaptados al consumo de carnes, su consumo es contrario a la naturaleza
biológica y contrario a la evolución.
Conclusión: Entonces, con relación al planteo hipotético de que debido al
consumo de carnes el humano ha evolucionado (su cerebro ha avanzado más que
otras especies), haciendo un análisis básico se puede concluir que no tiene
argumento alguno dicha propuesta teórica, ya que con los datos actuales se
puede derrumbar fácilmente la misma. Incluso se podría argumentar que con el
consumo de carnes, el humano ha frenado su evolución, porque, por un lado, por
el número de enfermedades provocadas por dicho consumo, ha hecho mal gastar
enormes recursos mentales y físicos en reparar daños evitables, y por otro, el
grado de agresividad descontrolada, de superficialidad intrascendente, de
crueldad generalizada, de falta de sentido espiritual, que caracteriza la
sociedad humana, podríamos entender como causa independiente al consumo de
carnes.